Esconderse en La Pajuana

«No busco la proeza culinaria, quiero ofrecer los placeres esenciales» [Franck Cerutti]

Sandwiches con frutos secos

Si buscas un lugar céntrico donde perderte, La Pajuana es un buen sitio para ello. Sobre todo, porque encontrarlo es un poco complicado así de primeras. Se ubica en la prolongación de la calle Navas (una de las más demandadas por el turisteo granadino). Es un sitio pequeñito, por lo que hay que salir pronto de casa para poder sentarse o incluso pedir en la barra, ya que tampoco tiene terraza.

El precio es el estándar en la mayoría de locales de Granada: dos euros por una consumición con su tapa correspondiente. En este caso, no se puede elegir el tapeo.

Siendo sinceros, es un poco incómodo el local. Tanto por ser tan pequeño como porque la mayor parte de las mesas son en alto y con taburete. Pero para tomar una o dos, el trato es bueno y se ve bien de limpieza.

Es un lugar un poco oscuro y no está precisamente a la vista, pero tiene su encanto. Y las tapas son una sorpresa constante. La primera suele ser una empanada de atún con tomate acompañada de alguna guarnición o ensalada.

Está muy rico el revuelto de jamón, huevo y calabaza, aunque algún condimento raro debe llevar, igual que los sandwiches: están buenísimos y llevan una salsa verde que no parece aguacate. Tienen un sabor algo dulce y la rebanada de pan va coronada con maní. Hay que preguntar al cocinero cuál es el ingrediente secreto. Bon appétit.

1. Empanada con atún | 2. Revuelto de jamón con calabaza

[ La Pajuana ]

Calle Rosario, 12. Granada VER MAPA